El esfuerzo desinteresado por hacer el bien y evitar el mal
Una persona razonable no trata de hacer el bien sólo con el fin de obtener alguna recompensa, sino que evita el mal por temor al castigo de Dios o por temor al juicio terrenal.
Una persona debe tratar de ser guiada por su buen corazón y sentido común sólo para hacer el bien, porque esta es la misión superior del hombre.
Por el contrario, uno debe evitar el mal y sentir aversión al mal. El sabio rey Salomón dice:
Defender la justicia es una alegría para los justos, pero una maldición para los que hacen el mal. (Mishlei/Proverbios 21:15)
El deseo de los justos es sólo el bien, mientras que la esperanza de los obstinados es prevalecer con furor. (Mishlei/Proverbios 11:23)