¿Cuál es el castigo?
El sistema según el cual Dios premia las buenas acciones y castiga las malas acciones es desconocido para nosotros. Incluso las Sagradas Escrituras no nos dan mucha información sobre este tema.
Aunque las Sagradas Escrituras no definen con precisión y detalle la recompensa por el cumplimiento de cada mandamiento individual, ni el castigo por quebrantar cada mandamiento, nos informa en general: sobre la bendición (sobre una vida feliz y larga) como recompensa por observando las leyes prescritas, y sobre la maldición (sobre una vida miserable, infeliz y corta), que es un castigo por no seguir las leyes prescritas.
La justicia de Dios nos asegura que los castigos y las recompensas sean siempre proporcionales a las acciones de cada individuo.
Dios, como Creador y Protector de todas las criaturas, estableció leyes salvadoras para las personas, juzga a cada individuo por sus acciones de una manera incomprensible para el hombre.
Aquí hay pasajes de las Escrituras que apoyan las declaraciones anteriores:
«He aquí, pongo hoy delante de ti una bendición y una maldición: Bendición si obedeces los mandamientos de Adonai tu Dios que yo te ordeno hoy, y la maldición, si no oyereis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, mas os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para andar en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.» (Devarim/Deuteronomio 11:26-28)
«Y será que, por haber oído estos derechos, y haberlos guardado y puesto por obra, el SEÑOR tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres; y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará; y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.» (Devarim/Deuteronomio 7:12-13)
«Pero si no obedeces al Señor tu Dios, y no guardas cuidadosamente todos sus mandamientos y ordenanzas que yo te doy hoy, todas estas maldiciones caerán sobre ti: maldito serás en la ciudad y maldito serás en el campo. Maldita será tu canasta y tus platos. Maldito será el fruto de tu vida y las cosechas de tu función, la camada de tu ganado y el aumento de tu bravura.» (Devarim/Deuteronomio 28:15-18)
Dios traerá toda obra a juicio, incluso todo lo que está oculto, sea bueno o sea malo. (Eclesiastés 12:14)
Grandes en oficio y poderosos en obras, vuestros ojos están abiertos a todos los caminos de los hijos de los hombres, para que paguéis a cada uno según sus caminos y según el fruto de sus obras. (Irmiahu/Jeremías 32:19)
Di: «Le irá bien al justo, comerá el fruto de sus obras.» ¡Ay del impío, será recompensado por lo que ha hecho! (Ieshaiá/Isaías 3:10-11)
Los caminos del hombre son conocidos por el Señor, él sigue todas sus huellas. (Mishlei/Proverbios 5:21)