Todo varón adulto estaba obligado a ofrecer el sacrificio de la Pascua, porque está escrito: Todo varón de vosotros se presentará tres veces al año delante de la faz de יהוה tu Dios en el lugar que él escoja: en la Fiesta de los Panes sin Levadura, en la Fiesta de las Semanas, y en la fiesta de las cabañas. (Devarim 16:16) El que está obligado a ofrecer el sacrificio de la Pascua también tiene derecho a consumir el sacrificio de la Pascua.
Ningún בֶּן נֵכָר extranjero, es decir, aquel que no ha aceptado la unidad y unicidad de Dios y Su Torá, está autorizado a ofrecer y consumir el sacrificio de la Pascua. (Shemot 12:43)
Incluso quien aceptó la unidad de Dios y Su Torá, pero no se unió al pueblo de Israel (no se convirtió en el sentido moderno de la palabra), no está autorizado a ofrecer o consumir la Pascua, es decir, no se convirtió en un תּוֹשָׁב residente. (Shemot 12:45)
Ni siquiera una persona incircuncisa está autorizada a ofrecer o comer el sacrificio de la Pascua, aunque sea de ascendencia israelita. (Shemot 12:48) Si la persona autorizada para ofrecer y comer el sacrificio de la Pascua tiene un siervo comprado con plata, ese siervo puede.